domingo, 21 de marzo de 2021

Día del padre

 "Intenté resolver solo todas mis dudas,
y, veinte años después, aún me quedan algunas.
La vida sigue y yo también.
Y aunque dicen que el tiempo no pasa en balde,
cometí mis errores más bien pronto que tarde.
No usé su ejemplo en aprender,
y en mi propio universo vi a mis padres caer,
vi a mis padres caer."


Ayer pude leer un artículo: https://blogs.elconfidencial.com/amp/deportes/haga-usted-gimnasia/2021-03-21/lorenzo-sanz-restauracion-azanariana-real-madrid_2999811/?__twitter_impression=true , que habla de una época, un estilo de vida y un estilo de hombre. Para mi es inevitable durante su lectura el pensar en mi padre. Y ello me ha llevado a reflexionar, añadido al reciente 19 de Marzo y a la época vital en la que me encuentro, sobre la paternidad. Sobre la paternidad como hijo y sobre la paternidad como padre.

El artículo en cuestión habla sobre una época, los últimos años de la década de los noventa, y sobre un hombre, Lorenzo Sanz, presidente del Real Madrid durante los mismos. Yo tenía por entonces 10/13 años, y era un preadolescente ni muy feliz ni todo lo contrario (qué sorpresa en mi). Vacaciones en Benalmádena, el mundial de Francia en casa de mi abuela, comienzo del instituto…una época tranquila en mi vida, previa al giro y transformación brutal que significa en todos nosotros la adolescencia y todo lo que conlleva. Sin embargo, no puedo evitar pensar que para ti fueron los mejores años de tu vida.

Éramos felices y vaya si lo sabíamos

Nuestra relación siempre ha tenido sus altos y sus bajos (muchos más bajos, o al menos bajos más profundos), ahora no estamos en el pico más bajo de esa montaña rusa, aunque sin duda tampoco estamos en una de las zonas altas. Somos dos personas con caracteres y formas de ver la vida y de vivirla muy muy diferentes, opuestas en muchas aspectos. En algunas otras cosas nos parecemos más, como en el fuerte carácter y personalidad, en tener siempre las cosas claras tengamos razón o no, en creernos siempre más listos de lo que posiblemente en realidad seamos. Esta mezcla de visiones opuestas del mundo y fuertes personalidades es una combinación altamente explosiva. A veces lo hemos sabido llevar, a veces no.

Blando de mi, no puedo dejar de pensar en que hoy esté siendo un pelín duro. Y es que, durante los últimos doce meses, tu mundo se ha venido abajo. El Covid, la crisis económica que ha conllevado, la muerte de tu madre, el cáncer terminal de tu mejor amigo (al menos con el que más que tiempo pasabas últimamente), el linfoma de tu hijo mayor, la separación de tu hijo menor. Joder. Casi cualquier otra persona estaría totalmente derrumbada. Sin embargo, cualquiera que te viera y no te conociera pensaría que tú vida va perfectamente, como en aquellos ya lejanos noventa. No sé, supongo, y en esto nos parecemos también, que nunca dejaremos que nadie nos vea mal, que siempre seremos el que esté tirando del carro sea cual sea del que toque tirar en ese momento.

 Vamos con ello

Y todo ello me ha llevado a pensar en mi como padre. En cómo me verán mis hijos cuando tengan 33 años. En qué habré sido para ellos. Y claro que tengo miedo, mucho. Miedo a ser para siempre el malo, el qué no estaba ahí, el que faltó cuando más hacía falta, el egoísta. Me juro y me prometo a mi mismo y a los demás que nada de esto va a pasar, pero a veces no puedo dejar de pensar que es inevitable. Desde luego que por mi no va a ser, voy a luchar y a esforzarme cada día por ser el mejor padre posible, como he venido haciendo hasta ahora. Un padre cariñoso, constante, educador, divertido, responsable. Voy a dejar hasta la última gota de mi en intentarlo, la vida que nos lleve luego donde quiera.

Ojalá ser siempre éste

Ojalá mis hijos piensen en mi dentro de 30 años con benevolencia y cierta justicia. Supongo que es todo el regalo y felicitación del día del padre que ahora mismo necesito. Supongo que es todo el regalo y felicitación del día padre que ahora mismo puedo dar.

"Could it be that you and me are the lucky ones?" Lana del Rey

miércoles, 10 de febrero de 2021

Aprendiendo a vivir

 Hay veces que una canción que habla de ti
Le gusta a todo el mundo, menos a mí”




- Ares, ¿Porqué no vas a jugar a los columpios con los demás?

- Es que quiero jugar con mi amiga.

- ¿Qué amiga, Ares?

- Pues esa niña

De repente, de entre los columpios sale corriendo con los brazos abiertos una niña de la misma edad que él. Ares al ver a su amiga correr a toda velocidad, arranca a su vez con los brazos en alto en dirección a la niña. Durante unos instantes de felicidad e ilusión, los dos niños parecen correr como locos el uno hacia el otro para fundirse en un abrazo.

La ilusión en su esencia


Sin embargo, por el rabillo del ojo puedo ver qué otro niño situado a la izquierda de Ares corre a su vez hacia la niña, también él con los brazos en alto. El otro niño es algo mayor y más rápido. La niña sigue corriendo, aún no sabemos del todo hacía quién, aunque nos tememos ya el fatal desenlace. Y en efecto, nuestra pequeña amiga pasa de largo de Ares para acabar fundiéndose en un largo abrazo con el otro niño.

Ares, desolado, observa la escena a unos tres metros de distancia. Poco a poco, sin dejar de mirar, va bajando lentamente la cabeza. Finalmente se da la vuelta y comienza a caminar solo para acabar sentado en un banco.

Ares Wiggum Mongil en el instante en el que se le rompe el corazón. 
Todo está en Los Simpson


Ares acaba de descubrir de que va la vida.

Los que somos padres a menudo pensamos en cómo vamos a explicar y a enseñar a nuestros hijos cómo es la vida en realidad, cómo manejar las frustraciones, cómo hacerle ver qué casi todo son ostias y que crecer es aprender a convivir con ellas. Pues toma, probablemente no haga falta explicar nada ya que desde los cuatro años ha podido vivir en sus carnes su primera experiencia de este tipo.

Pues si Ares cariño, eso es la vida. Decepción tras decepción, ostia tras ostia. Ilusionarse con algo es el preludio de un final que todos conocemos. Creo que ya lo vas aprendiendo.

Sin embargo Ares, hay una cosa que aún desconoces. Puede que ya vayas descubriendo lo que es la vida, pero yo aún tengo algo más importante que enseñarte.

Yo te voy a enseñar lo que es vivir.

Y vivir Ares, no es otra cosa que esa carrera que has echado con los brazos en alto, los ojos como platos y la boca abierta. Esa ilusión que para ti ha durado cinco segundos (a nosotros a veces nos dura cinco días, cinco meses o cinco años). Esa es la clave, eso es el sentido de todo.

Cabeza arriba y sin miedo, hijo

Así que si, hijo mío, siéntate ahora en ese banco y laméntate. Pero ya te levantarás y volverás a correr brazos en alto hacia lo que quiera que toque en ese momento, y sabrás y descubrirás en esos instantes, que esas carreras es lo  único que merece realmente la pena y lo que nos hace sentir de verdad vivos.


Soy un loco que habla solo de ti, en serio solo me hablo de ti. Love of lesbian