martes, 19 de mayo de 2020

Mayo

“Toda sed de comprender cualquier motivo, el sinsentido
Ha dejado a hombres de ciencia sin salir de sus porqués
Fenómenos del mal, desastres, que vienen y van
Que van, que van, que van sucediendo"


Mayo. Odio Mayo. Odio Mayo porque antes olía a fiestas de despedida y ahora solo huele a despedida. Olía a Mallorca, a Madrid, a Salamanca, a Ávila. Ahora huele a mascarilla FFP2. Olía a últimos bailes, a últimas conversaciones, a últimas cenas, y ahora huele a gel desinfectante después de mirar el WhatsApp. Mayo huele a un año más viejo, a gente que pasa y marca mientras tú permaneces en el mismo sitio.

Mayo. Puto Mayo. Odio Mayo porque antes olía a parques y columpios y ahora huele a los putos aplausos de balcón. Olía a festivales para padres y ahora huele a vídeos en el móvil. Olía a motos rodando por las aceras y ahora huele a motos rodando por el parqué. Olía a cumpleaños, a globos, a tarta, y ahora huele a cambios de acera. Mayo huele a un año perdido, a infancia que no debería ser, huele a rabia.

A ésto se le llama ahora parque

Mayo. ¿Mayo?. Odio Mayo porque antes olía a terraza, a cerveza, a vermú. Ahora huele a hielo de congelador. Olía a borracheras, a amaneceres, a risas, ahora huele a contraseñas de Skype. Olía a Roots, a cumpleaños de Leti y Dani, a casas rurales, a Eurovisión, ahora huele a jajaja en formato autocompletar. Mayo huele a soledad, a nostalgia y a incertidumbre o a demasiadas certezas.

Mayo. Agrio Mayo. Odio Mayo porque antes olía a examen y oposición, olía a aprobado y calma, ahora sigue oliendo a farmacia. Olía a contratos de verano y vacaciones, ahora huele a sudor y a úlceras en la cara. Olía a ayudar y ahora huele a sobrevivir. Olía a R1 y ya no huele a nada. Mayo huele a un año más anclado en el mismo sitio, a estancamiento y aburrimiento. Huele a inutilidad en segunda línea.

Mayo. Irritante Mayo. Odio Mayo porque antes olía a por una vez ganar o al menos no perder, a ilusión, a expectativa. Ahora hiede a polilla y naftalina, a Barón Dandy y ponche Soto. Mayo olía a plazas y posibilidades, ahora huele a Bolsonaros y Trumps. Mayo olía a flores y ahora apesta a cacerolas. Mayo huele a desilusión y golpes de realidad, huele a impotencia.

Mayo. Aburrido Mayo. Mayo antes olía a Alcorcón, a Gijón, a Vallecas. Ahora huele a sofá. Olía a lágrimas de alegría, a estación de servicio en León a la una de la mañana, ahora huele a cemento. Mayo olía incluso a Sevilla, a Miranda, a Madrid, olía a lágrimas de tristeza, a miedo por el futuro. Ahora huele a indiferencia. Mayo huele a tropezar con la historia, a otra oportunidad perdida. Huele a aburrimiento y apatía.

Que lejos queda


Mayo. Fofo Mayo. Mayo antes olía a páramo, a rojas en la final, a copas que se rompen en el vestuario. Ahora huele a bicicleta de Spinning. Olía a canasta, a bloqueo y continuación, a pegar sin miedo al grandón, ahora huele a 2K.  Mayo ya empezaba a oler a piscina y ahora huele a bañera. Mayo huele a rechazar hacerlo no a no poder hacerlo, olía a sudor de amigos y ahora huele a mi sobaco. Huele a paseo de ocho a nueve.

Mayo. Rutinario Mayo. Mayo antes olía a París, a Praga, a Danubio. Ahora huele a Google Maps. Olía a buscar hoteles, a planear, ahora huele a Canal Viajar. Olía a conciertos, a copas a diez euros, ahora huele a YouTube Music. Olía a libertad y conocer, a explorar, ahora huele a la misma pared, al mismo techo. Mayo huele a todas las canciones son de repente tristes, a todas las ciudades están muy lejos. Huele a excursión a Las Contiendas.


Todo está en Los Simpsons.

“Este no es nuestro destino". Anuncio Bankinter



No hay comentarios:

Publicar un comentario